La oposición trabajó bajo presiones del oficialismo
Aunque a las 18.00 horas salió humo blanco en el Congreso, la jornada de ayer comenzó con mucho nerviosismo en filas de la oposición, por la amenaza de que la sesión parlamentaria se instale al aire libre, en plena plaza Murillo, adonde se dirigían miles de marchistas que a su paso habían apedreado vehículos y golpeado a transeúntes que vestían corbatas.
Cerca de las 8.30 horas, funcionarios del Congreso instalaron en la calle que se encuentra frente al Palacio Legislativo una especie de hemiciclo improvisado, con sillas de metal y una larga mesa al frente, como la que utiliza la directiva del Congreso.
Entonces, los parlamentarios oficialistas anunciaron que era posible que la plenaria se realice en ese lugar y el nerviosismo comenzó a crecer en la oposición. “Puede ser, me sentiría orgulloso de haber participado en una sesión de los parlamentarios junto a su pueblo”, señaló el jefe de bancada del MAS, Félix Rojas. El constituyente de Podemos Gamal Serhan dijo que el MAS “quiere derramar sangre” y recordó que hace una semana el vicepresidente Álvaro García había advertido con tomar esa decisión si la oposición insistía en no aprobar la ley de convocatoria al referéndum constitucional.
El diputado de UN Arturo Murillo dijo que el oficialismo estaba preparando “un circo romano”.
Poco antes, al incorporarse a la columna principal de la marcha que llegó desde Caracollo, el presidente Evo Morales había sugerido a los parlamentarios que “logren un acuerdo antes que esta marcha llegue a la plaza”.
Luego, la principal dirigente de la Federación de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa, Leonilda Zurita, amenazó: “Si no sacan la ley, nos quedamos para cerrar el Congreso; si el Presidente (Evo Morales) no lo ha hecho, el pueblo lo va a hacer ahora´,
El jefe de bancada de Podemos en Diputados, Fernando Messmer, advirtió que “el MAS ha perdido la batalla en el marco de la democracia y ahora apela a la presión para atropellar”.
En la medida en que pasaba el tiempo, aumentaba el nerviosismo en algunos parlamentarios de la oposición, que preguntaban en qué lugar se encontraba la marcha. Algunos hacían seguimiento en radios portátiles.
Entonces, después del mediodía, el ministro de Desarrollo Rural, Carlos Romero, anunció que la sesión se realizaría dentro el hemiciclo. La tensión disminuyó y más tarde, a las 13.15, se reinstaló la sesión de diálogo que más tarde concluiría con un acuerdo.
A las 14.45 ingresó la marcha a la plaza Murillo, mientras parlamentarios del oficialismo y la oposición anunciaban el acuerdo que se formalizó a las 18.00.
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